viernes, 22 de noviembre de 2013

¿Qué te puede ofrecer la calle Fuencarral?

En cada ciudad del mundo hay calles y barrios que se diferencian del resto por alguna particularidad. Quien haya estado en París seguramente no desconoce el olor a comida rápida que desprende el barrio latino, el aire bohemio que se respira en Montmartre -con ese algo artificial café Les Deux Moulins, mejor conocido como el café de Amélie- o lo pequeño que uno se siente caminando por la inmensidad de la avenida de los Campos Elíseos. 

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Madrid, una de las ciudades más admiradas por nosotros y por los de fuera, también tiene sus calles y barrios característicos. Y es que cualquiera que haya puesto un pie en la capital española no puede ignorar que cada uno de sus rincones esconde algo especial. Tal es el caso de la calle Serrano, cuna del lujo y la ostentación; Chueca, el barrio gay por excelencia; o, la nuestra, la calle de Fuencarral. Si se piensa en tres adjetivos que definan a la calle donde nos encontramos, es posible que muchos opten por las palabras mercado, diversidad y creatividad

Lejos (muy lejos) queda ya el eco generado por los tabloides entorno al crimen de la Calle Fuencarral. Hoy en día, la calle es sinónimo de bullicio y diversión. De tiendas aptas para todos los gustos e inclinaciones. De cultura, de diferencia, de independencia. De vanguardia. En ella, te  puedes topar fácilmente con la preciosa fachada de madera de una de las pastelerías más antiguas de nuestro país, así como con aquella tienda de ropa en la que se halla ese complemento que no has encontrado en ningún otro lado. Con aquel lugar en el que te tomaste la primera copa con esa persona que siempre estará en tu recuerdo. 

La creatividad e imaginación que rodean a la calle Fuencarral se palpan día tras día. Músicos de jazz callejeros, campañas de publicidad extravagantes, gente atareada que viene y va con esas ropas tan diversas y a la vez tan iguales. Nosotros, el equipo de Mérimée Gastrobar, queremos convertirnos -aunque sea por unos minutos- en tu referente cuando pienses en esta calle tan llena de historia (s). Queremos que cada uno de nuestros platos, colmados de nuestra pasión por la comida, sea como la sonrisa de esa chica que pasea con su vestido hippie en verano o como esa nota que sale de la guitarra de aquellos jóvenes que se reúnen frente al Mercado Fuencarral

Y para que termines de enamorarte de nuestra calle, te dejamos con uno de los momentos más especiales que tuvo el placer de presenciar. Un flashmob de una conocida marca de ropa que hizo bailar a los viandantes madrileños. ¡No te lo pierdas!



viernes, 1 de noviembre de 2013

El cocktail perfecto para Halloween

Ayer, 31 de octubre, se celebró una de las fiestas más controvertidas y esperadas del año: Halloween. A pesar de que su origen es europeo -concretamente, se remonta a la cultura de los pueblos celtas que habitaban el Reino Unido, Francia e Irlanda-, lo cierto es que las tradiciones propias de esta festividad tienen más cabida al otro lado del charco.

 ¿Quién no recuerda alguna serie/película/libro en el que se haga mención a Halloween como algo intrínseco en la vida de los estadounidenses? Es decir, algo que se halla en su forma de enfrentarse a este día que les hace disfrazarse, decorar sus fachadas con calabazas, llenar de caramelos los cuencos del vestíbulo, o ir a pedir dulces de puerta en puerta pronunciando aquel amenazador ¿Trick or treat?


En los últimos años, en España se han ido introduciendo algunas de estas costumbres al ideario popular, pero la realidad es que éstas aún no se han adoptado del todo. Más que una tradición arraigada que se practica ampliamente por niños y adultos, Halloween se ha convertido en nuestro país en una excusa para transformarnos en quien queramos. En esta noche, podemos ser princesas/príncipes, brujas/brujos, héroes/heroínas, y así una larga lista de disfraces que podemos encontrar fácilmente en el bazar más cercano; obviamente, hablamos de la parte más joven de la población, ya que por ahora el disfrazarse aún no ha calado en los habitantes más longevos.
 
El trocito de la población que dice SÍ a Halloween, también ha recabado otras costumbres de la magia de esta fiesta, aparte del típico disfraz. Hoy en día ya no es extraño ver cómo nuestros amigos de Facebook dedican horas (y horas) a preparar bizcochos de calabaza, galletitas tematizadas, o incluso, colgar foto a foto el proceso de decoración que convertirá a su aburrida casa en el lugar más terrorífico de Madrid. ¿Creéis que algún día el Halloween español alcanzará las dimensiones del estadounidense?

 Sea como sea, en Mérimée creemos que Halloween no sólo es una excusa para disfrazarse. Es una excusa para despertar nuestra imaginación y nuestros sentidos. Una excusa para que los más pequeños sean héroes y heroínas por un día y que los más grandes no oculten sus ganas de ser niños otra vez. Una excusa, al fin y al cabo, para disfrutar de una noche de risas y, porqué no, de algunos cocktails sangrientos. 

Recuerda que en nuestra carta, tenemos una variación -con algunos toques japoneses- del Bloody Mary, Bloddy than ever, Mary. Para los más avezados, será una de las formas de sumergirse en una de las leyendas urbanas más aterradoras de EEUU, mientras que para los más miedosos o escépticos, sólo será un delicioso cocktail a base de  tomates cherry, sake, zumo de tomate, soja, wasabi, yuzu y vino tinto. 

¡Happy Halloween!